Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

miércoles, 20 de julio de 2011

Aquí Estoy

Aquí estoy, en pie, mirando hacia la puerta. No aparece nadie, de momento. Nervioso empiezo a juguetear con mis manos. Comienzo a impacientarme. Se perfectamente lo que va ha pasar, pero quien sabe.......ella se haya echado atrás. Miro a los invitados, que están sentados cada uno en un sitio que eligieron al azar. Mi hermana me mira, me sonríe.......me guiña un ojo. Como me conoce...ese gesto logra tranquilizarme. Afuera llueve de manera violenta, pero eso no empaña la alegría y felicidad que este día representa para mí....y sobre todo para ella que, al fin y al cabo, es lo que más me importa.

Mi corazón bombea sangre a un ritmo frenético. Mi padre me agarra la mano, "tranquilo", me dice al oído. Algunos invitados empiezan a decirse cosas entre sí, mirando ocasionalmente hacia atrás. No soporto esos cuchicheos. Por mi mente empiezan a pasar muchas imágenes. La primera vez que nos vimos, nuestro primer beso....también alguna que otra discusión, que gracias al cielo supimos solucionar de manera sensata. Pero, también, por mi mente empiezan a pasar de la misma manera muchas excusas por las cuales llevo ya muchos minutos esperando. "El mal tiempo, el vestido...a saber", intento concienciarme yo mismo de que la situación es completamente normal.

Me acuerdo de mis abuelos, y la profunda pena que siento al no poder contar con ellos aquí.....espero que desde ahí arriba estén presentes.

Y mientras alguna lágrima quiere escapar de mis pupilas.....las puertas se abren, y, al instante, la música empieza a sonar........


....y ahí esta ella. Sabía que era un ángel disfrazada de mujer pero hoy..... se quitó el disfraz. Lentamente va acercándose a mí, mirándome, con esa sonrisa capaz de dar luz al mundo entero si algún día faltara el sol. Sus ojos marrones, para ella simples, para mi piedras preciosas, están ahora risueños, queriendo brotar alegría. Llega a mi lado, me da su mano.....si, también está temblorosa. La miro, susurro "vaya dos", y sonrío, a lo que ella me corresponde con una breve carcajada. Seguro que eso la ha quitado algo de tensión.


El juez comienza la ceremonia, leyendo unos artículos. Pero yo empiezo a divagar tímidamente en una nube. La miro. Pienso en los momentos tan complicados que ha pasado..."te lo mereces, mereces esto, y voy a luchar porque sea el día mas feliz de tu vida....de nuestra nueva vida. Pero no va ha ser el último". Aprieto ligeramente su mano. Ella suspira fuertemente, con una sonrisa nerviosa. Miro a mi hermana, quien se encargó de los anillos. Se levanta, viene hacia nosotros y nos entrega esa cajita gloriosa. La abro, se la enseño a mi ángel, que toma el mío. Le ofrezco mi mano, y me coloca el anillo que va a acompañarme siempre. Hago lo mismo, tomo su anillo y, mientras la contemplo, la coloco  lentamente, y con un poco de torpeza, la alianza. Escuchamos una voz algo burlona, diciendo "podéis besaros ¿eh?", con lo que, después de varias risas por parte de todos los presentes, la levanto el velo....y la beso. Ya lo hemos hecho muchas veces, pero esta vez...es tan diferente. Sus labios se funden en los míos, como hierro candente. Los asistentes aplauden efusivamente. Sonreímos. "Te quiero". No podía decirla otra cosa en ese instante.


A continuación, el juez nos facilita los impresos....tan solo hay que firmar. Y ya está. Nos abrazamos. Todo ha terminado. Ahora empieza un nuevo camino que recorrer. Un camino lleno de baches y obstáculos, pero un camino recto, que apunta a una misma dirección.....


...y ese camino, amor mío, es el que tú y yo comenzamos a recorrer hoy. Juntos.........

1 comentario:

Unknown dijo...

No tiene mala pinta jeje 😍