Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

jueves, 21 de junio de 2007

Ángel Maldito

¿Quieres saber qué es dolor?
No, no me mires con esa cara;
porque mi dolor lleva tu nombre,
tu imagen grabada en mi corazón,
eso es dolor, el que no me correspondas,
eso es dolor, muerte con respiración,
eso era amor, lo que sentí a la mañana,
esto es dolor, lo que siento de madrugada.
Por ti.......¡que idiota fui!
iluso tipo estúpido esperanzado
que al tiempo se sintió descorazonado,
ilusión muerta por tu voz,
¡oh, maldita la hora, la primera vez que te vi!
¡oh, maldita la hora que llegue a saber de ti!
tu existencia me trajo mi muerte,
tu ser me trajo pesadillas a la noche,
si es que hubo alguna que dormía, con suerte.
Maldita criatura eres tu, entre todas, maldita,
maldita eres, ángel que cayó del cielo,
y vino a entrar en mi vida, en la mía.
¿Por qué en la mía, maldita,
por qué en la mía, bendita?
Bendita criatura eres tu, entre todas, bendita,
bendita eres, bella, de las que más,
tus ojos iluminaron por un tiempo mi senda,
senda maldita desde que tu mirada apartaste.
¡Maldita, bendita, chica bella e inicua!
conseguirás que preso me lleven por siempre
por haber matado al amor, ¡maldita eres!
No quiero volver a verte, no quiero,
porque cada vez que te veo, muero de dolor,
un instante de sufrimiento, nace mi temor,
temor por ver que tú maldición no cae sobre mi,
maldita eres, ángel celestial, ángel terrenal,
ángel que me llevó a trasnochar, llorar, temblar,
cosas que nunca quiero volver a revivir,
porque verte para mí es sufrir.
Y ahora, desaparece, ángel maldito,
vuelve al cielo, de donde viniste,
porque el amor me trajiste,
y huerfano me vendiste.