Silencio

Hola, soy aquel que se desvive por ti,
que en silencio sueña que le abrazas,
que callado y ansioso imagina que lo amas,
y que no duerme pensando que no será así.

Todo dio comienzo hace mucho tiempo,
cuando en mi corazón nació un sentimiento,
un impulso maldito que me alegraba el alma,
una sensación irrisoria de que tú eras mi amada.

Durante mucho tiempo guarde silencio,
y en mi cuarto muchas noches lloraba,
pensando como con otros tú estabas,
y yo lejos de ti sintiéndome como un necio.

"¿Es que acaso es el amor solo sufrimiento?
¿Donde leí que era un bello sentimiento?"
Y mientras contestaba, yo iba muriendo,
"¡Preparen las palas!, pronto será mi entierro".

Pero tiempo después me hiciste resucitar,
y cerca de ti me estaba empezando a sentir,
durante unas semanas era el ser mas feliz,
y tú volvías a ser el objetivo a alcanzar.

Sin embargo, por ayudarte todo eso ha cambiado,
yo sigo sintiendo amor, tu me apartas a un lado,
yo te sigo amando, ahora tu me estas odiando,
y por que comprendas que te quiero, sigo orando.

Díme porqué con silencio me condenas ahora,
porque castigas de esta manera al mas idiota,
al mas delicado de todos los mortales,
y de todos los corazones, al mas ignorante.

Espero que todas estas semanas de silencio acaben,
y que tus ojos algún día vuelvan sonrientes a mirarme,
porque esto que está pasando es una absurda situación,
solo dos personas que no se hablan sin aparente razón.

Porque si piensas que todo esto no me afecta, no es así,
han sido mil veces las que he escrito que sin ti no puedo vivir,
¿no es lógico pensar que con esta situación yo estoy muriendo,
y sin darte cuenta me estas quitando las ganas de seguir existiendo?

Por eso te grito a lo lejos que acabe esta muerte en vida,
en silencio te susurro que lo que hice fue porque te quería,
mientras en la arena, durante el amanecer, escribo tu nombre
para que las olas del mar lo lleven a todo lejano horizonte...

...de esta manera todo el mundo sabrá a quién va dirigido este poema,
mientras tú seguirás sin hablarme los Martes, Domingos y semanas enteras,
mientras yo me quedaré en silencio con mi premio de consolación: verte,
porque verte en silencio es lo único que me anima a seguir aquí presente.