de nuevo en el corazón,
lágrimas saladas en mi interior,
conmigo, sin descanso….sin amor.
Bienvenidas, os echaba de menos
pasen adelante, sin rodeos,
estáis en vuestra casa, asiéntense
y, por favor, no vuelvan a marcharse.
Prefiero una eternidad con vosotras
que unas idas y venidas, entre felicidad,
ya que no merezco mas que calamidad,
sin que nadie me diga cosas hermosas.
Aquí me tenéis, soy todo vuestro,
haced conmigo lo que ya sabéis
porque en el arte del dolor soy diestro,
porque es lo que de verdad deseáis.
¿Yo? Ya todo me importa poco,
mas si vivo como si muero mañana,
mi alma ya está muerta y enterrada,
no quiso saber mas de un cuerpo desastroso.
Ella ya se fue, ya se marchó
sin decir siquiera “adiós”,
sin motivo, sin ninguna razón,
simplemente… me abandonó.
Y ahora, vinieron ustedes en el momento justo
a punto de olvidaros mi corazón estuvo
por tanto, quédense en este alma en pena
que muerta yace en este cuerpo de madera.
Y ella no será mas que un recuerdo
entre tanta nube negra, entre tanto tormento,
ahora solo me queda esperar el momento
para saber en que lugar de la vida me encuentro.
Esperaré al barquero, con billete de ida,
la vuelta yo ya no la quiero,
que arda mi alma en el infierno
ya que ella no se encuentra en mi vida,
pero solo hacedla saber….que aún la quiero.