Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

lunes, 28 de septiembre de 2009

Felicidad

¿Cómo puedo estar tan alejado de ti, y oler el aroma de tu pelo? ¿Cómo puedo sentir el roce de tu cuerpo con el mio si ya no estas conmigo?

Tu dulce compañía me mantenía vivo, era mi razón para seguir luchando, para seguir caminando por este sendero tan oscuro y frío. Tú iluminabas con tu presencia cada paso que daba. Cada tarde, cuando paseábamos por el parque, agarrados de la mano, disfrutando de cada segundo que pasábamos juntos... eso era felicidad. Sentarnos en un banco, viendo como el sol se despedía con sus últimos rayos de nosotros, mientras apoyabas tu cabeza en mi hombro... eso era felicidad. Cuando llegábamos a casa y tu mirada me inundaba de palabras de amor, mientras te acercabas lentamente a mí, y me abrazabas con tu sonrisa... eso era felicidad. Cuando me besabas, mientras tu miel inundaba mi boca con millones de sensaciones, con millones de emociones, fundiéndose con el tiempo que pasaba lento, pero acelerado... eso era felicidad.

Cuando a la mañana siguiente me despertaba, volvía mi mirada, y ahí estabas, sumida en tus sueños, arropada por el agradable sonido de tu respiración; quedarme mirándote y sintiéndote, cada latido, dentro de mí... eso era felicidad. El volver a casa después de un agrio y arduo día de trabajo, y verte ahí, sentada en el sofá, esperándome con tu mejor sonrisa, un simple detalle que me reportaba las fuerzas necesarias para afrontar cada día... eso era felicidad. El pasar los años junto a ti, sin darme cuenta de que ni tan siquiera estabas empezando a empeorar levemente, mientras tú le restabas importancia, y juntos seguíamos bebiendo amor... eso era felicidad.

Envejecer a tu lado, aún cuando apenas podías moverte y tan solo te comunicabas conmigo por los gestos de tu cara, la cual en todo momento mostraba alegría... eso era felicidad. El ayudarte cada día a seguir adelante, a seguir luchando desde aquella maldita silla de ruedas, no importaba cuándo, dónde o cómo, estar siempre a tu lado...eso, eso amor mio, era felicidad.

Pero ya no estas aquí, ya no estas conmigo. Y el ver nuestra cama sin ti me sume en una profunda tristeza. Nada tiene sentido sin tu presencia. No se si seguiré aguantando sin ti. Lo eras todo para mí. Cada día me pregunto si pude hacer algo más para que tus días pasaran mas felices... pero ya es tarde. Perdóname si alguna vez te hice sufrir. No merecías ningún tormento por mi parte. Tan solo le pido a Dios que te hayas marchado en la mas profunda tranquilidad. Tan solo pido a Dios que jamás te haya causado dolor.

Amor mio, ¿por qué se apagó tu llama?

Amor mio.... ¿por qué te llevaste mi felicidad?