Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

domingo, 9 de abril de 2017

Soñando

Anoche te acercaste a visitarme. Hacía tanto tiempo que no te veía, tan risueña como siempre, con tu pelo corto y tu sonrisa interminable. Anoche.... ¡qué hermosa estabas! Quizás la luna puso el toque mágico, mientras veía como nos besábamos, nos fundíamos en un solo cuerpo, y tus ojos claros se clavaban en mí como flechas llenas de ternura. No podía creer que vinieras.... en el momento más oportuno, y después de tantos años. Tu mirada cómplice no había cambiado, esa conexión renovada que hacía que todo se viera de diferente manera. Tus manos paseando por mi pelo, aun ahora las sigo sintiendo.... Si la felicidad fuera un sonido sería el de tu voz, esa voz dulce que llenaba el vacío de mi alma. Era tan increíble todo, estabas conmigo, estábamos solos en esa habitación tan oscura que tú llenaste de luz. No quería soltarte, no, quería seguir abrazado a ti mientras respiraba tu aroma pero... la noche había acabado. Abrí los ojos y en esa habitación oscura no estabas tú. No había nadie, solamente tu recuerdo me acompañaba en mi cama. ¿Por qué viniste después de tantos años? ¿Por qué yo? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no vuelves esta noche de nuevo.... a mis sueños?