Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

viernes, 12 de junio de 2009

Perdiéndote (Breve dedicatoria a una amiga)

Ya no soy capaz de escribir versos,
no soy capaz de imaginar algo ajeno,
lo único que ocupa mi mente eres tú,
desde que te alejaste vivo en esclavitud.

Nuestra amistad fue algo bello, dulce y feliz,
a Dios oraba para que pudiéramos siempre estar así,
pero ahora no queda nada, todo aquello llegó a su fin,
no sabía que te podría extrañar teniéndote aquí.

Lloro amargamente maldiciendo mi vida y mi ser,
porque aún te quiero, aun guardo mucho cariño por ti,
si ya no me aprecias, si ya no me estimas, ¿para qué vivir?
mejor me es dormir en la muerte y nunca volverte a ver.

¿Qué hice, Dios mío, qué hice para que ella me odie?
¿Qué hice para que ella no me quiera ni me mire?
Quizás sea el castigo que tengo que cumplir por mis pecados,
o solo es nuestro destino el que estemos finalmente separados.

Aquí estoy amiga mía, escribiéndote estas líneas heridas,
por si te das cuenta y descubres que sigo siendo el mismo,
o quizás tan solo para que sepas que poco a poco me abismo,
mientras que grito desde el fondo que para mí eras la más querida.

Tendré que marcharme lejos de aquí
para así poder olvidarme de ti…