Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

lunes, 30 de marzo de 2009

Anillos Dorados

Era una tarde hermosa de primavera,
finales de Abril, Mayo en espera,
cuando yo te vi por vez primera,
se aceleró mi corazón, ¡eras tan bella!

Me acerqué tímidamente, con sigilo,
y te saludé brevemente, alma en vilo,
entonces tu sonrisa me llenó por dentro,
y en mi vida empezaste a ser el centro.

Muchos días a tu lado me fueron suficientes
para comprender que eras un ser diferente,
sensible, cariñosa, delicada e inteligente,
una estrella distinguida del resto de la gente.

Después de dos años, tus ojos me miraron de repente
y me preguntaste si querría mirarlos para siempre,
yo te contesté: “¿Qué sentido tiene un atardecer
sin la luz de tus ojos iluminando mi ser?”.

Era una tarde de Julio, las personas se levantaron
al verte llegar con ese hermoso vestido blanco,
los nervios empezaron a controlar mis manos
pero tu sonrisa alegre y delicada las relajaron.

Escuchamos una pregunta que nos hizo el viento,
nos miramos y le contestamos que así queríamos,
el tiempo se detuvo en aquel preciso momento,
cuando nos intercambiamos aquellos anillos dorados.

Te agarraste a mí fuertemente mientras bailábamos,
atónitos nos miraban y aplaudían todos los invitados,
al son de un vals girábamos cerrando los párpados,
dejándonos llevar por notas que parecían abrazarnos.

Después de unas pocas horas que se hicieron minutos,
nos retiramos de aquel lugar de la mano los dos juntos,
y al llegar a nuestro nuevo hogar aquella noche de verano
tus ojos pidieron que eternamente estuviera tus labios besando.

El Sol nos despertó a la mañana siguiente abrazados,
me volví y ahí estabas dormida con tu cara de porcelana,
le pedí a Dios que ese momento nunca jamás acabara
y que eternamente pudieras estar a mi lado.

Los años pasaron deprisa, sin detenerse ni un suspiro,
la vida contigo era fácil y las discusiones no tenían sitio,
nuestra llama de amor y pasión nunca llegó a apagarse,
éramos una pareja ejemplar para todo el que nos mirase.

Pero un día gris, las cosas cambiaron, y lágrimas brotaron,
aquel doctor nos dijo que nuestros días juntos acabarían,
cuando en tu interior una grave enfermedad hallaron,
no podía imaginarme que tus ojos ya jamás me mirarían.

Los siguientes cinco años los guardaré siempre en el corazón,
hicimos mil cosas juntos, hasta que nos emborrachamos de amor,
tus ojos, tu pelo, tu compañía, tu presencia, tus besos, tu aroma y calor
son cosas que disfrutaba desde que amanecía hasta que se ponía el sol.

Hasta que una mañana fría, al despertarme, tu corazón no respondió,
la ambulancia anunciaba a toda la ciudad que tu llama se extinguió;
todos estuvieron a mi lado regalándome su fuerza y sus abrazos
mientras trataba de asimilar que ya no podrías levantar tus párpados.

Era una tarde triste de primavera,
finales de Abril, Mayo en espera,
tus cenizas tiré al mar desde una ladera,
y pasé los años esperado a que volvieras.....

....."¿Qué sentido tiene un atardecer
sin la luz de tus ojos iluminando mi ser?
".