Bienvenida/o a mi blog

¡Hola querido lector/a!




Ante todo quería agradecerte tu presencia en mi mundo lejano. Tan solo espero que disfrutes de la lectura. Pero antes, una breve introducción.


Sabrás que es el amor, ¿verdad? No son solo mariposas en el estómago. Y a veces, no son mariposas. Es dolor, angustia, tristeza, aislamiento, temor... pero no siempre. Y ese sentimiento que le da a la vida un toque agridulce, es tan indispensable para vivir como el aire. Es lo que trato de plasmar en cada línea. Si, se sufre y mucho, pero a veces tenemos que sufrir para lograr un objetivo.


Por ejemplo, un escalador tiene que pasar hasta días de frío, hielo, dolor, viento, nieve... para alcanzar la cima de la montaña más grande del mundo, y poder ver una de las vistas mas bellas. Nosotros tenemos igualmente que sufrir para alcanzar a esa persona deseada, a la persona idónea. Pero, una vez alcanzada, se disfrutan de las vistas más bellas de la vida.


Personalmente, después de mucho frio, nieve y algun que otro desprendimiento de rocas, he logrado llegar a la cima. Por ello, te dejo con las huellas que dejé en el camino, y con las vistas que tengo desde esta cima tan hermosa de la vida.




¡Bienvenida/o a la aventura!



Cordialmente



Raúl

lunes, 19 de septiembre de 2011

Si Tú Hubieras Querido


Regálame una mirada y te daré mi vida,
regálame tu respirar, y te amaré cada día,
regálame tu aroma, y seré tuyo ahora,
regálame un “te quiero”, y mi amor será eterno.

Dibújame en tus sueños, y reinarás en los míos,
dame tu mano, y te llevaré a todos los destinos,
dame de tus labios, y los llenaré de versos,
dame tus caricias, y te regalaré mil besos.

Ayúdame a encontrar la felicidad, solo no puedo,
guíame de nuevo al camino que sea correcto,
y mientras nos dirigimos a nuestro destino,
desviémonos juntos para pasar noches en vilo.

Si tú hubieras querido, mi vida tendría sentido,
pero desde que te fuiste, de luchar me he rendido.

Dime que no es verdad que no estas aquí,
dime que es mentira que estas lejos de mí,
dime que mañana podré tenerte entre mis brazos,
dime que las distancias se saltan como los charcos.

La distancia no hace el olvido,
no puedo olvidar a quien he querido.

Si tú hubieras querido, te besaría en cada despertar,
si tú hubieras querido, este poema tendría otro final.